En esta época del año todos corremos a comprar regalos, compramos tarjetas para transmitir buenos deseos, si nos encontramos con gente conocida todo es abrazos, besos y buenos deseos. Muchos se acuerdan de aquel pariente o amigo que todo el año ni saben de su existencia y ahora que es navidad y tienen “la excusa”, lo abrazan, le desean feliz navidad y todo lo mejor para el siguiente año (claro para el siguiente año porque hasta la próxima navidad no lo verán más). En los programas de TV, en la radio, en las tiendas comerciales, en las calles, nos lanzan mensajes de paz, amor, felicidad en estas fiestas, bien, muy bien! son buenos deseos, pero que sucede en enero cuando ya pasó las llamadas fiestas de fin de año?,….. todo vuelve a la acostumbrada frialdad, ya nadie te abraza, ni te besa, ni te lanza buenos augurios, al contrario la gente se queja que gasto mucho dinero en las fiestas, se les nota la cara de resaca y viene la flojeritis de volver al trabajo y de volver a la odiosa rutina.
Escribo este panorama desalentador porque no soy partidaria de “esas fechas especiales” (navidad, día de la amistad, del amor, de la madre, del padre, etc, etc.), fechas en las cuales la gente se “acuerda” de enviar regalos, dar abrazos, desear lo mejor, y el resto del año que?? y la verdad que los regalos y demás abrazos y deseos me huele en alguna gente a “obligación” y en otra gente a “hipocresía”.
Ja! Supongo que pienso así porque soy abogada (soy un tanto mal pensada y tengo mi dosis de cinismo y maldad) y entre los colegas abogados no podemos ser sinceros jeje. Me hace gracia caminar por los pasillos del juzgado y observar esos saludos forzados y “buenos deseos”, deseos que por cierto suelen ocultar ciertos intereses.
Al bufete nos llegaron miles de frías tarjetas (las impresas, que impersonales que son), algunos regalos de gente que sabemos que desea “recomendarse” (recomendarse para que? para una condonación de honorarios, tal vez?) y sí algún deseo y abrazo de corazón de la gente agradecida.
Algo odioso que me ocurre es que ciertos amigos y parientes, se les ocurre en estas fechas organizar reunioncitas, intercambio de regalos, etc., y valga la aclaración que “solo en estas fechas”, porque el resto del año, ni se acuerdan de mi existencia. Tal vez alguien me diría: y tú te acuerdas de ellos??, aunque no crean yo si me acuerdo, tal vez no muy frecuentemente (precisamente por esa actitud de poco importismo) pero al menos le echo una llamadita para saber si siguen vivos. Concretamente hablo de ciertas amigas con las que viví bonitos momentos en el colegio o la universidad, las aprecio, dicen que me aprecian, pero un regalo navideño, valdrá mas que una amistad presente todo el año??. Con otras amigas, “verdaderas amigas”, nos echamos de menos todo el año, lo que significa que no tenemos la necesidad de regalarnos cosas, decirnos cosas “especiales” ni celebrar ciertas fechas que nos obliga el calendario, porque compartimos cariño todo el año. Y lo mismo sucede con ciertos parientes…(pocos por cierto)
Es bonito recibir, brindar cariño y buenos deseos en navidad,… pero solo en navidad? Por que no hacerlo los demás días del año? Días en los que tal vez necesitamos más de una palabra y un abrazo afectuoso. De igual manera, si la noche del 24 recordamos el nacimiento del niño Jesús, por qué no hacerlo nacer cada día en nuestro corazones??, imagino que así seriamos mejores personas y no necesitaríamos de fechas especiales…
Escribo este panorama desalentador porque no soy partidaria de “esas fechas especiales” (navidad, día de la amistad, del amor, de la madre, del padre, etc, etc.), fechas en las cuales la gente se “acuerda” de enviar regalos, dar abrazos, desear lo mejor, y el resto del año que?? y la verdad que los regalos y demás abrazos y deseos me huele en alguna gente a “obligación” y en otra gente a “hipocresía”.
Ja! Supongo que pienso así porque soy abogada (soy un tanto mal pensada y tengo mi dosis de cinismo y maldad) y entre los colegas abogados no podemos ser sinceros jeje. Me hace gracia caminar por los pasillos del juzgado y observar esos saludos forzados y “buenos deseos”, deseos que por cierto suelen ocultar ciertos intereses.
Al bufete nos llegaron miles de frías tarjetas (las impresas, que impersonales que son), algunos regalos de gente que sabemos que desea “recomendarse” (recomendarse para que? para una condonación de honorarios, tal vez?) y sí algún deseo y abrazo de corazón de la gente agradecida.
Algo odioso que me ocurre es que ciertos amigos y parientes, se les ocurre en estas fechas organizar reunioncitas, intercambio de regalos, etc., y valga la aclaración que “solo en estas fechas”, porque el resto del año, ni se acuerdan de mi existencia. Tal vez alguien me diría: y tú te acuerdas de ellos??, aunque no crean yo si me acuerdo, tal vez no muy frecuentemente (precisamente por esa actitud de poco importismo) pero al menos le echo una llamadita para saber si siguen vivos. Concretamente hablo de ciertas amigas con las que viví bonitos momentos en el colegio o la universidad, las aprecio, dicen que me aprecian, pero un regalo navideño, valdrá mas que una amistad presente todo el año??. Con otras amigas, “verdaderas amigas”, nos echamos de menos todo el año, lo que significa que no tenemos la necesidad de regalarnos cosas, decirnos cosas “especiales” ni celebrar ciertas fechas que nos obliga el calendario, porque compartimos cariño todo el año. Y lo mismo sucede con ciertos parientes…(pocos por cierto)
Es bonito recibir, brindar cariño y buenos deseos en navidad,… pero solo en navidad? Por que no hacerlo los demás días del año? Días en los que tal vez necesitamos más de una palabra y un abrazo afectuoso. De igual manera, si la noche del 24 recordamos el nacimiento del niño Jesús, por qué no hacerlo nacer cada día en nuestro corazones??, imagino que así seriamos mejores personas y no necesitaríamos de fechas especiales…